Gene Kelly - Singing in the Rain
Le alzanze una taza de cafe humeante. La tomo con timidez, aun empapada por la lluvia.
Gracias, dijo en tono amable y triste. El pelo le caia en la cara, pegandosele en las mejillas.Debe haber notado que la miraba, por que con un diestro movimiento, se aparto el cabello de la cara, para posarlo tras sus hombros. Todavia no habia yo articulado palabra, no por cohibicion, sino por que no veia que decir. Me paro todavia en silencio, tomo del baño una toalla y voy a dejarsela. Alli esta, mirando mi departamento con extrañeza. Observa el cuadro azul a rayas que pinte hace un tiempo. Lo primero que me dice al verme, es, con voz infantil, quien pinto eso.
Yo, le digo cortante. Creo que nunca ganare un premio por mi amabilidad. Le lanzo con cariño la toalla, todavia desde el umbral de la puerta. Se seca el cabello con entusiasmo. Ahora, que esta parada, puedo notar la complejidad de su cuerpo. Es bello, acorde a la edad que creo que tiene. La polera morada y mojada forma pequeñas lineas humedas, pegadas a su cuerpo. Los raidos pantalones desprenden todavia gotas de lluvia, que caen suave y tortuosamente en mi alfombra.
Termina su precario secado y se desplomo en la silla. Por que lo hacias, le pregunto. Singing in the rain, recibo por unica respuesta. El recuerdo de la antigua pelicula flota en mi mente, como una transparente y fina pelicula. La puedo ver, saltando en charcos de agua, cantando, bailando.
Despabilo, y le digo que si quiere que le preste ropa para cambiarse. Desconfia un poco, pero luego asiente.
La pieza el fondo, segundo cajon. Ahi hay ropa. Hay ropa, lo se, ropa de mujer. Ella la dejo ahi, ni siquiera se digno a sacarla de mi hogar. Ropa de mi ex-novia, le digo hosca y vaciamente.
Lo supuse, dice, mirando la foto en sepia que nos muestra a los dos al borde del rio.
La abandono un poco para que cambie su ropa. Tomo un poco del restante cafe, y lo deposito en mi taza roja. Busco en mi chaqueta el buen cigarro y el feliz fuego. Como dos viejos amigos, se abrazan el uno al otro. Le doy un sorbo al cafe. Amargo. Una bocanada de humo. Amargo.
Dejo que el cigarro se consuma poco a poco, mientras veo danzar las oniricas formas del humo.
La veo entrar, como un dulce recuerdo. El pelo recogido en una improvisada trenza. La ropa verde que ocupa es un conjunto que nunca a ella le vi puesto.
Simplemente, se veia bella. Se acerco y oli su perfume mezclado con el de la ropa. Menciono algo del orden, pero no oi mas.
Me quede comtemplandola un momento, recordando arroyos sin cause, libros infinitos, rosas de inocuo olor, ojos de maticez imposibles, brillos en el oscuro espacio.
Note el brillo de sus ojos, ese brillo en el espacio. Brillaron, y por primera vez note que poseia ojos. Ojos pardos y apagados, ahora refulguraban a la tenue luz de la lampara que iluminaba la estancia.
Se aproximo mas a mi, que subitamente me habia parado. Me rodeo con los brazos, timidamente todavia. Tal acto era osado, pero ella lo hacia con cuidado, como si tocarme fuera a romperme. Nada mas alejado de la realidad.
Senti como mis brazos se movieron, rodearon su cuerpo, su febril cuerpo. Cada uno de mis dedos era un apendice diferente, que examinaba con premura tal cuerpo.
Luego, su boca se aproximo, lenta y calidamente . Senti su vaho, dulce de moras o algo similar. No creo que haya forma de que explique que calor inundo mi pecho. Era como si enciendieran en mi un fatuo fuego eterno.
Desperte, con la cabeza apoyada en su vientre. Suave y aterciopelada piel que ahora dormia, dormia en mi cama, en mis sabanas, en mi almohada bajo su cabeza.
Me levante suavemente, me puse los interioes, y me dirigi al baño. Al momento, note cierto escozor en la espalda. Gire para verme mejor, y vi cuatro lineas rojas surcando mi blanca espalda.
Termine de examianrme, con la conviccion de volver a la cama. Pero, al llegar, no habia andie alli. La busque con la mirada y vi en el suelo su ropa, y otras cosas mas. Habia tomado mi polera.
Desde la cocina siento el tintineo de platos y cucharillas. Poco a poco, el olor del buen cafe llega a las ventanas de mi nariz.
Ven, hice cafe, me grita desde la cocina animadamente.
Yo solo atino a asentir con la cabeza, ignorando que ella no puede verme. Mientras cruzo el apartamento hacia la cocina, canto:
- What a glorious feeling, I'm happy again.
Elizabeth
miércoles, 28 de mayo de 2008
Publicado por
Neuro
a las
18:41
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1 comentario:
tu post. en el momento menos esperado ¿Viste que si cumplo? xD
Tu escrito parece de pelicula, está muy bien todo, francamente me encantó.
Sobre todo por la lluvía, por mojarse :)
Saludos!
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