Morfeo is dreaming about you

viernes, 24 de abril de 2009

Llevo treinta minutos sin ninguna inspiracion. Mi dedo descansa temblorosamente en la G del teclado. Miro hacia afuera y veo perros ladrando y peleando. Ahora no es solo mi dedo, sino que mi mano, mi codo, y para finalizar, mi cabeza, que descansan en la almoadilla cuadriculada que es el teclado. Poco a poco olvido que queria esribir, a quien, y por que, y una lagrima escurre en mis ojos, que se van cerrando dificilmente, durante segundos eternos de diez minutos. Escucho una voz que me habla, en eslovaco, en arameo, en latin, en ruso.
Y en pakistani, en esperanto, en etrusco, le respondo, y mi cabeza gira y gira, y abro las puertas de una casa de papel mache.

Las campanadas de un reloj de años resuenan en la estructura celuloide, mientras la señora de aquella casa me invita a tomar el te con ella. Me siento en una silla cartonosa, mientras la anciana toma una tetera de vidrio tallado y me sirve un brebaje humeante, delicioso en la boca, horroroso en la nariz. Y busco mi cigarrera, y una chispa cae en la mesa, y todo empieza a humear y quemarse, saltando, brotando en inverosimiles formas, y la misma anciana se retuerce, y sus capas de papel volantin se descascaran y desdoblan al son de un vals macabro.

El sobresalto de una real campanada me desperto antes del desenlace de tan curioso sueño, dejandome con un inmenso vacio en la mente. Me imagine a mi mismo terminando el sueño, pero no pude hacer mucho. La pantalla me mostraba una mazamora de letras y numeros, que hacian una cara feliz a mis ojos recien despiertos. Y pense, que buena idea, podria escribir eso, darle color, darle forma, ponerle un esqueleto lindo. Me puse en posicion de escribir, con los dedos tensos. Presione el titulo, y quede en blanco. En silencio, presencie la hoja en blanco, el parpadeo del cursor. Y ahi desee poder dormir un poco. De hecho, no podia dormir mucho. Y ahi recorde que tenia insomnio.

Inquiry

jueves, 23 de abril de 2009

El primer dia que la vi estaba sentanda en un banco azul, con los ojos mirando hacia un punto vacio enfrente de ella. Yo pase, con la pesada mochila a mis espaldas, con los ojos trabajosamente abiertos. Y ella estaba ahi, sin mirar,con ojos pardos. Me parecio extraña.
Al segundo dia, no la vi ahi. Sali a tomar aire, y la vi, nuevamente sentada, pero en otro banco, con un libro en las manos, y pies apuntandose entre si. Estaba demasiado concentrada en el librito de tapa cafe, devorando con los ojos las palabras de quien sabe que autor.
Al tercer dia, la vi, otra vez, otra banca, conversando placidamente con otra mujer. Hablaba mientras se ponia las manos en la cara, las huesudas manos en la cara.
Esa mujer me intriga.

Say Hello

miércoles, 22 de abril de 2009

- Profesor, pero ...- dijo desde atras, con la voz contestataria. El profesor, con el rostro ofuscado, entorno los ojos, y le pregunto que cual era su molestia.
Yo estaba perdido, leyendo un cuento de un señor que era muerto en la historia que estaba leyendo. Mientras ellos hablaban, me preguntaba si podria salir y fumarme un cigarro, con el libro en la mano.
Sali, saque mi encendedor, que prendio sorpresivamente sin haberlo tocado, y la punta se humeo. Me sente en la escalera, con el libro en mis piernas y el cigarro en la comisura de la boca.
Ella se iba ya, y me dijo adios con la mano. Y le dije adios con la mano, el libro en las piernas, el cigarro entre los dedos.
Me quede mirando su espalda, donde el pelo caia y mientras caia se ponia blanco, dando la ilusion de degradado.
Y cuando desaparecio en el umbral de la puerta lejana, termine mi cigarro, y me di cuenta que se habia hecho de dia y habia pasado la noche en la escalera.

La incorcondia visita de la Sra. Muerte

martes, 14 de abril de 2009

There is a girl in my window. This girl is looking at the floor. In the floor, i lay. There, laying, staring the lightbulb, and the blue eyes of this girl are like the ash, the ash of the burning sea. I'm lost in their blue blazing, sparkling, funny, smellie eyes. When i traid to lift me up, a choking force stroke my heart. And now, the girl said, come closer, come closer. And she is coming closer, too near to my body. She moves her face, up and down. We are face to face, and i can smell his breath, strawberries and cupcakes. I said, please, help me, i can't move, please. The eye. The eye is now staring at me, across my mind, squeezing a feeling inside of me.
Please, leave me now.

You love me

lunes, 13 de abril de 2009

Tocas la guitarra con sorna, mientras, al frente, tu amiga hace chillar las cuerdas rapidamente, en tonos agudos y violetas. El color resuena en tu oido, firme y tranquilo, como un cantico, una prosa, un montos de gaviotas. Te mira con la cara feliz. Bajas la vista, concentrandote en hacer un dificil movimiento con los dedos. Smoke on the water. Tan tan Tan. No deberia serte tan complejo, llevas una hora tocando lo mismo. Te averguenzas de tu nula faceta musical.
Ella sigue tocando, y, embobado, la miras, y te imaginas si ella supiera lo mucho que te gusta como toca, como te encantaria llevarla a un parque, sentados en el pasto, bajo el cielo boscoso. Te gustaria que ella supiera que pasaste la tarde, caminando por entre las chocolaterias, viendo muchos y millones de tipos de caramelos y dulces, eligiendo una caja oblonga con dulces de trufa, que tienes guardada en tu mochila, envuelta con una cinta blanca.
Te encantaria.
Pero no. Sigues sosteniendo la guitarra, con los dedos doliendote. No quieres tocar guitarra, pero le pediste que te enseñara. Seria una tarde, donde ella te iluminaria con su conocimiento musical, mientras tu soltarias un poco de prosa, tratando de mostrale, entre lineas, un sentimiento en tu pecho. Y ella sigue sonriendo, mostrandote como hacer un acorde. Sus dedos se mueven rapido, los miras detenidamente, son delgados, finos. Decides que podria ser ahora. Podrias leer el papelito que tienes en el bolsillo, mientras caminas hacia la mochila, sacas los chocolates, y le repites, en tono bello y sonante, lo que acabas de memorizar.
Te paraste. Tomaste el papel arrugado en el bolsillo, lo sacaste sin que te viera. Fuiste a tu mochila. Sacaste la caja con los chocolates. Leiste el papel. Te diste vuelta. Ella dejo de tocar. Empezaste a hablar, y ella se paro. Subito golpe de tu pecho, y no tienes palabras. Ella te mira con los ojos espectantes, tamborileando los dedos en su pecho. Soltaste dos palabras, muy bajas.
Ella abrio los ojos, solto los dedos, movio los pies, se te tiro encima, te beso el oido, y te dijo:
- Yo tambien te quiero.

I lose my child

Esta inerte, de espaldas, no se le ven los ojos, al lado de un árbol.
Sujeta un diario desde su centro, con fuerza, con la mano, blanca y venosa. Entre el gentío; atrás suyo una avenida, al frente una entrada vomitando personas. Esta detenido, solo, sin respiración alguna, el sol quemandole los cabellos negros. Se tuerce hacia el árbol, golpeandolo con fuerza, con hojas cayendo sobre el, forzandose a llorar.

Cry don't cry

Llevo 2o minutos esperándola. Mi hermana, ser gracioso y abrumante a la vez, me había citado para que fuéramos a comer, según ella.
Pero aquí estoy, 35º a la sombra, recién salido de la oficina, y ella no aparece.
Completamente aburrido, sentado en un banco de madera pintada, con el maletín en las piernas a modo de mesa, y el diario extendido sobre el. Leo la sección de deportes, mirando esporádicamente el reloj. 4o minutos de retraso.

Lento. El tiempo pasa lento. Un hombre se sienta a mi lado. Esta fétido. Me mira con el rostro ido. Maldito vago.
Me corro un poco, para evitar tocarlo. Veo algo brillante que reluce en su mano. Poco a poco, la punta de una navaja. El vago me mira, sin decirme nada. Dejo el diario a un lado, y meto mi mano lentamente al bolsillo y le largo $ 5000.

El maletín. Quiere el maletín. Realmente no se que hacer. Veo como la navaja se acerca, mas y mas a mi cuerpo. Un frió dolor contenido me corre por la espalda.
- Corre, corre- pienso.
La navaja esta casi en mi cuello, y nadie lo ve, la gente pasa de este bello espectáculo como pasan de los mimos.
El maletín, dice el vago.

El metal, duro y frió, me toca el cuello, al fin. Un poco de la piel se rompe. Un fino hilo de sangre me corre hacia el pecho.
Mi mente se va a negro. Siento que un hombre, de terno, con un maletín en las piernas, se levanta. Toma la asa del maletín con fuerza, hundiéndose las uñas en lo que queda descubierto de la mano. Le golpea la cara al vago.
Cae, a un lado de la banca, y el metal vuela de su mano en el acto. Este mismo hombre, sudando su cara, vuelve a arremeter contra el vago, ahora indefenso en el suelo.
Golpea su cabeza, rápido, lento, frió, oscuro, de muchas maneras, muchas veces, hasta que su cráneo no es mas que una mancha roja en el asfalto.

Ahora, vuelvo a ser yo. Mi traje tiene un color extraño. Me duele la mano que sujeta el maletín, que gotea bellos rubíes.
El vago, muerto y sin cabeza, yace a mis pies. Nadie lo ve, nadie me ve.
Como si nada, empiezo a caminar, mas que mal, yo no fui quien lo mato.
Y lo único que me molesta es que mi hermana lleva una hora de retraso.