We're Humans Too

Read My Mind - The Killers

Cada paso que daba era un paso mas hacia su patíbulo. Sabia que estaba mal. No podía hacerlo. Oh, claro que podía. ¿Que diría ella?. ¿Como reaccionaria?.
No sabia, no podía saberlo.
Y cada paso era un momento. Cada paso lo mostraba a el, riendo, feliz, junto con ella. Eso se acabo, pensó. Y cada paso lo lastimaba.
Allí estaba ella, con el cabello arreglado como le gustaba. Desde la lejanía, sintió su aroma, ese perfume que solo ella emanaba. Y la vio, y se enamoro de nuevo de ella. Igual que el primer día que hablaron, por error, el uno con el otro.
Y el supo ese día, que ella era para el. La conversación siguió a la comprensión, que siguió al beso. Y así, por muchos días, hubieron mas besos, mas paseos en la noche, mas conversaciones.
Y la realidad lo golpeo con su macizo martillo de verdad.
No podía parar ahora. Recuerda, recuerda los momentos que te llevaron a esto.
La frialdad con la que te trato, los falsos besos, la vergüenza.
Llego hacia ella, con la convicción en la mente y el espíritu.
Y luego hablo:
- Hola
- Hola, ¿Como estas?
- Un poco triste, ayer me sentí sola
Esa frase. Solo esa frase destruyo todo lo que planeado tenia. Y ahora la volvia a querer, y solo quería terminar con su soledad, y consolarla en sus brazos, dejar de lado toda la brea que saldría de su boca.
Su momento de vacilación hizo que aflorara toda su torpeza. No podia hablar ni pensar bien.
- No podemos seguir así -dijo, con voz trémula
En los ojos de ella murió algo. Vio como la bella mirada que tantas noches habia apreciado moría, en ese instante, como la mas efímera de las mariposas.
-No entiendo, ¿Por que?
Y la cólera reprimida exploto dentro de el. ¿Por que?, que pregunta mas estupida.
Por como lo trato, por todo lo que no hizo, por tratarlo como un extraño frente a sus amigos, por su extraña capacidad de olvidar las cosas que los unieron.
Pero tuvo que mantener la calma, tenia que responder.
-Por que no podemos seguir estando así
-P-pero ...
-No podemos, me aburrí de ser tu juguete
Ah, el perfecto toque. Tu juguete. Eso era para ella.
-N-no, no quiero que t-terminemos así
Una lágrima. Una solitaria lágrima corrió por su ruborizada mejilla.
-Es lo mejor -dijo el, mientiendose a si mismo
Ella se levanto, lo abrazo como nunca había hecho. Respondió al abrazo con fervor. Su aroma nunca mas estaría ahí. Su cara nunca mas seria vista por sus ojos.
Y los labios que ahora besaba nunca mas serian tocados por el. Sintió los labios de miel tocando sus resecos labios. No podía seguir. La aparto.
-Disculpa
-N-no importa - Sus ojos seguían rojos y muertos.
-Ahora, me tengo que ir
Hizo un ademán de despedirse, que ella no respondió. Estaba triste y sentada nuevamente en el escalón de la escalera.
Dirigió sus pasos hacia la concurrida avenida. Cuando iba a medio camino, sintió un abrazo. Ella se había parado, y lo había interceptado por atrás.
Aflojo ella su abrazo, y el se volvió. Ahora ella se dirigía en la dirección opuesta.
Y la siguió con la mirada hasta que se se perdió en la multitud.
Retomo su camino, y continuo pensando.
Y así sucedió el error mas grande de su vida.