La puerta se cerro, y aflojaste los pantalones, forcejeando con el cinturón, mientras el estomago se desvanecía en lo que parecía una armoniosa canción, que era tu colon eructado. Pero tu dicha fue corta, mas cuando vistes por sobre tu hombro, notando la falta del implemento básico en un baño, en tu mente se soltó un grito, tu frente sudoro, y tu cuerpo tembló, ante el fatal dilema en que te habías metido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
JAJAJAJAJ VOS NO PODES!!!
Publicar un comentario